martes, 18 de febrero de 2014

El Legalismo, nos es Cristianismo

Amados:

Ruego a Dios nos dé entendimiento por medio del Espíritu Santo.

¿Qué es el legalismo según la Biblia?

Porque frecuentemente tenemos que escuchar que somos legalistas, cuando nos referimos en contra de la navidad, o cuando resistimos la teología de la prosperidad o al G12, o a doctrinas falsas y profetas mentirosos, o cuando hablamos del sello distintivo del falso cristianismo que es la impureza.

Presos de una mentira no pueden ver la verdad, no se dan cuenta que el legalismo según las escrituras es todo lo mencionado anteriormente, porque el legalismo predica que la justificación y la santidad se alcanza por medio de esfuerzos personales.

Por ejemplo, los promotores de la teología de la prosperidad colocan mochilas muy pesadas sobre sus adeptos, ya que si no actúan en consecuencia a lo que demanda dicha doctrina, no alcanzarán favor alguno de Dios, los señalan como personas sin fe, que no agradan a Dios, los llaman de cobardes, incrédulos, de no tener el Espíritu Santo, de rebeldes y un montón de humillaciones mas que hieren y hacen sentir muy abrumada a las pobres almas que están en lazo de estas serpientes disfrazadas. Una de las frases más comunes es "Somos hijos del Rey, tenemos que vivir como tal, si un mundano tiene lo mejor, yo también" pero estos mentirosos se olvidan que el verdadero Rey dijo "Mi Reino no es de este mundo". La realidad es que en el evangelio de Cristo no existe tal doctrina de la prosperidad, ni muchos menos existe este dios que se parece a papa noel, que necesita todo el tiempo de dinero, joyas y bienes materiales para bendecir dando todo lo que le exigimos, porque se encuentra acorralado por nuestras ofrendas. Entonces estas almas viven atadas a estas prácticas para "agradar a Dios" y ser "bendecidos".

Para el Legalismo no basta creer que Jesús enseñó a no afanarse por la comida y el vestido, porque Dios sabe que tenemos necesidad de todas estas cosas para vivir, no basta que Jesús enseñó a no hacer tesoros en la tierra, sino en el cielo. Tu lees esto en la Biblia, pero si no le agregas la doctrina diabólica de la prosperidad, no eres un cristiano verdadero, es una condición para los que están sumergidos en este falso evangelio practicar tal enseñanza que no es bíblica. ¿Pueden entender?

Pongo otro ejemplo, nos tildan de legalista por reprender el ecumenismo, pero los defensores de esta doctrina viven en el legalismo y encierran a un montón de almas en el.

Porque no basta lo que el Espíritu Santo nos enseña claramente al respecto, no hay comunión entre Cristo y Belial y tantas otras enseñanzas al respecto.

"No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos?"(2Corintios 6:14-16).

Al no ser suficiente la enseñanza bíblica, ellos dicen que todos somos hermanos, que todos tenemos el mismo Dios y que todos tienen el Espíritu Santo, llaman al papa católico de profeta de Dios, blasfemia muy grande, no importa las horrendas doctrinas que las religiones practiquen, como por ejemplo las del catolicismo.

Pero si no te unes a este movimiento eres rebelde, no tienes amor de Dios, no tienes fe, no puedes agradar a Dios, colocan esta cadena en personas que sienten que no está bien esta doctrina, sal de ella de inmediato, porque la palabra de Dios es clara ante tus ojos. Los cautivos se sienten justificados y santos practicando esta doctrina, pero en realidad niegan la fe verdadera porque tal doctrina no tiene parte con el verdadero evangelio. Esas almas caminan cargando esa tremenda mochila de pecado.

Un último ejemplo que quiero citar es el G12 y los falsos profetas que andan por ahí espumando sus verguenzas.

Los defensores de ese movimiento y de los falsos profetas aseguran que si no te unes a ellos no eres parte del Reino de Dios, de la visión de Dios, que acarreas juicio por hablar de ellos y cuantas otras cosas, nos tildan de legalistas porque bíblicamente sacamos a la luz este movimiento hereje y a los falsos apóstoles de satanás, sin embargo ellos viven en un legalismo, porque tal movimiento no tienen parte con el evangelio de Cristo.

Ellos enseñan que sus visiones te llevan a agradar a Dios, no es suficiente que el Espíritu Santo nos dice que no hay otro evangelio, sino que algunos tergiversan el evangelio de Cristo

"Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo"(Galatas 1:6-7).

Al único evangelio le tienen que añadir o mejor dicho reemplazar por este "nuevo evangelio" para alcanzar la fe que nos salva.

Así podría seguir toda la noche citando ejemplos de legalismo, pero te digo algo para tu ayuda, todo el legalismo se encuentra en todo el falso cristianismo, espero puedas discernir y abrir los ojos, descubrir y salir corriendo. Se ha cambiado todo, al Evangelio de Cristo lo llaman legalismo y al legalismo , esto es el falso cristianismo y falso evangelio, lo llaman el evangelio de Cristo.

La carta a los Gálatas nos da una clara y bíblica enseñanza del legalismo, te invito que la leas en oración al Señor varias veces hasta que por gracia puedas entender.

Los legalistas de ese tiempo llamados judaizantes enseñaban que algunas leyes del AT eran aún obligatorias para los cristianos.

Decían y lo dicen hasta hoy algunos judíos falsos que las promesas de Dios solo alcanzan a los judíos, afirmaban que los gentiles debían circuncidarse para alcanzar salvación, no negaban que era necesario creer en Jesús, pero sutilmente colocaban en los corazones que no era suficiente, trastornando así el evangelio.

Pero el Apóstol de Dios fué contundente al respecto.

"Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión, a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene"(Tito 1:10-11).

¿Cual era la motivación? ¿El amor de Dios en ellos? No!, sino la avaricia, al igual que los falsos profetas de hoy.

¿No pasa lo mismo en nuestros días? Los falsos maestros no niegan que debes "creer en Jesús", esa es su trampa en la que caen muchos, porque caso contrario saldrías corriendo si te lo dijeran abiertamente, pero tal cual lo hablado en algunos de los ejemplos que hemos mencionado, sutilmente colocan en tu corazón que no es suficiente creer en la cruz del Calvario, añadiendo al igual que los judaizantes sus doctrinas antibíblicas para que tu alcances la salvación.

Ruego a Dios que al leer Gálatas puedas ver claramente la inferioridad del falso evangelio (legalismo) respecto al verdadero Evangelio de Cristo.

Lo más notable es que nos tildan de legalistas y ellos que viven en un legalismo se conducen con un libertinaje que asusta, porque no hay Espíritu Santo en ellos.

En lugar de otorgar licencia para pecar, el Evangelio de Cristo nos provee poderosamente los medios para alcanzar la rectitud de demanda la ley de Dios, revelada por nuestro Señor Jesús.

¿Pueden ver la diferencia?

El legalismo predica que todo el esfuerzo que la persona lleva a cabo obedeciendo a todas sus doctrinas, ritos, fiestas, reglas, regulaciones, visiones, en fin, a toda su gran mentira, son necesarias para agradar a Dios y alcanzar la salvación.

Creo que si la gracia de Dios está sobre ti, vas a descubrir un montón de legalismo y vas a quitarte esa mochila pesada de pecado y vas a buscar al único e incomparable Dios y Salvador.

El legalismo que es el falso cristianismo niega la eficiencia de la Cruz de Cristo y es el más vehemente enemigo de la Gracia de Dios.

La carta a los Gálatas denuncia los peligros del legalismo y establece la esencial verdad de la Fe en el Hijo de Dios como único requisito de salvación.

Por ahí todo lo que has vivido hasta hoy sea puro legalismo, el cual te llevará a un agotamiento, confusión y verguenza.

Ahora podemos entender las palabras del Señor.

"Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga"(Mateo 11:28-30)

El Catolicismo está lleno de legalismo, las personas creen que por bautizar a sus hijos de niños o que hagan la comunión es suficiente para ser salvos. Si no lo hacen se sienten re mal, en deuda, ¿Se dan cuenta? Pero hablar de la Cruz de Cristo, de arrepentirse para ser salvo, para ellos es una locura sin valor. Los católicos creen que al pecar van al sacerdote a confesar sus pecados y este los manda a rezar un par de rezos mecánicos y mágicamente son perdonados, despues salgo y sigo con mi vida igual. Pero despues somos nosotros los legalistas cuando nos oponemos a sus doctrinas y fiestas diabólicas.

Miren lo que afirma el Espíritu Santo:

"He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo. Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley. De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído. Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia; 6porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor"(Gálatas 5:2-6).


No piensen que esto es solo para los judaizantes, sino para todos los que han caído y viven en un legalismo justificandose por cualquier doctrina. Si al practicar un rito de la ley de Moises se rompía con Cristo y se caía de la gracia, cuanto más lejos estaremos del Señor si practicamos otro evangelio.

Concluimos que no es ser legalistas cuando por el Espíritu Santo se juzga entre lo errado y correcto, entre lo santo y profano, no se es legalista cuando a la luz de las escrituras se desenmascara una doctrina del diablo o a un falso profeta, no soy legalista por discernir los espíritus.

Soy legalista cuando estoy atrapado por el poder del falso cristianismo, negando la Cruz del Calvario y el Evangelio Eterno como lo suficiente para mi salvación.

Dios los bendiga.





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