lunes, 7 de junio de 2010

Testigos que en el día del juicio final nos pueden condenar

Estimados:

Buenas noches, Dios los bendiga en nombre de Jesucristo.

¿Alguno se puso a pensar que tenemos muchos testigos que en el día final nos pueden condenar? Muchos de esta generación perversa que finge amar a Dios será avergonzada por testigos que se levantarán en contra por no haber conocido la verdad para ser salvos, no es que estos testigos se levantarán para acusarlos delante de Dios, sino que con sus testimonios, con sus obras de fe verdadera , condenarán a muchos que dicen ser hijos de Dios y que parlotean estar llenos de fe.

En esta oportunidad quiero hablar de dos testigos que la Biblia muestra que en el juicio final se levantarán y por medio de la fe y obediencia de ellos condenarán a muchos, se levantarán para exponer a varias generaciones malvadas.

Muchos piensan que este pasaje es solo para aquella generación de la época de Jesús en la tierra, pero la verdad es que este mensaje de Dios es para todas las generaciones que vivieron y viven en una falsedad delante de Dios en este mundo, es decir, se llaman hijos de Dios y no lo son, se dicen cristianos y lo que menos hacen es seguir las pisadas de Cristo.

Porque aquella generación no es distinta a esta, a la actual, porque hoy están más afanados por alguna "señal" de parte del "pastor" para así confirmar que aquel hombre es un verdadero siervo enviado por Dios.

Esta generación no está preocupada en lo más importante, que es que su Obispo enseñe a Jesucristo muerto en la Cruz, resucitado de entre los muertos y alzado al cielo en donde se sentó en el trono de la suma majestad a la derecha del Padre.

Cuando digo esto, me refiero a que no están preocupados en que se enseñe el verdadero evangelio de Cristo, han amado más otras enseñanzas que la verdadera sabiduría.

Porque la muerte de Jesús en la cruz fué para que nos arrepintieramos de corazón sincero reconociendo que él tomó nuestro lugar, cuando no tendría motivo alguno de hacerlo, pero en su infinito amor lo entregó todo con el fin de reconciliarnos con el Padre y permitirnos tener una comunión firme con Dios.

Pero esto no se vive en esta generación en donde el mensaje de arrepentimiento no se escucha más, en donde se lleva a acostumbrarse a vivir una mezcla de ritos, leyes, doctrinas que nunca llevan al arrepentimiento verdadero.

La resurrección de Jesús fué para que tengamos esperanza por la fe en que nos espera una eternidad en los cielos, en donde se encuentra nuestro verdadero tesoro, porque creemos que seremos levantados de los muertos al igual que Cristo.

Pero esto no se vive en la generación actual, porque están más afanados por las cosas de este mundo que un día no estarán más, se ve en las supuestas iglesias incentivar a que se preocupen más por lo material que por la presencia de Dios, se enseña a hacer tesoros en la tierra.

Cada vez se ve más a personas autosuficientes que a cristianos verdaderos humillados y quebrantados delante de Dios, hoy se ve a personas que todo lo pueden pero inspirados y fortalecidos por los mensajes de "auto ayuda", "positivos", que sus líderes les brindan cada domingo, ellos parecen llevarse todo por delante basados en las promesas de las doctrinas de hombres, pero lo que no se ve es a cristianos vivir cada día como si fuera un simple niño en los brazos de su padre, un niño que no sabe ni caminar y que depende para todo de su padre.

Jesús fué alzado al cielo y sentado en el trono de la suprema majestad para testimonio a todos los que creen que él está vivo, para que vivamos con temor y santidad en este mundo, sabiendo que nada de lo que hagamos en este mundo está encubierto a los ojos de aquel que vive, que llena toda la tierra y que todo lo escudriña. Por eso nos conducimos con todo temor sabiendo que Dios no puede ser burlado y que él tiene el poder para salvar y destruir para siempre.

Pero esta generación no vive esto, porque se vive sin temor ni santidad como si Dios no existiera, viven como incrédulos, solo de boca dicen que el Señor resucitó, pero sus acciones muestran todo lo contrario.

Quiero que sepas que estas personas pueden llegar a ser jueces nuestros, porque en aquel día muchos van a querer justificarse, pero la luz de las obras de estos desnudarán las malas obras y la falsa fe de muchos.

"Y apiñándose las multitudes, comenzó a decir: Esta generación es mala; demanda señal, pero señal no le será dada, sino la señal de Jonás. Porque así como Jonás fue señal a los ninivitas, también lo será el Hijo del Hombre a esta generación. La reina del Sur se levantará en el juicio con los hombres de esta generación, y los condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar. Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque a la predicación de Jonás se arrepintieron, y he aquí más que Jonás en este lugar"(Lucas 11:29-32).

¿Qué creemos que Jesús les estaba diciendo? ¿Qué pensamos que el Espíritu nos dice a nosotros hoy?

Jesús les dijo; la reina del sur los condenará en el juicio, porque ella vino desde muy lejos para escuchar la sabiduría y enseñanza de salomón, mientras ustedes no quieren escuchar mi sabiduría ni guardar mis enseñanzas, y yo soy mayor que Salomón, soy el Señor, soy la vida.

Hoy el Espíritu nos dice lo mismo, porque no queremos escuchar la verdadera sabiduría ni guardar la verdadera enseñanza, la cual proviene de la Palabra de Dios, al igual que aquella generación se está rechazando al Señor, aunque todo el día estén con la palabra señor en la boca.

Han cambiado la verdadera sabiduría de Dios por la de los hombres y han adquirido las enseñanzas de espíritus malignos en ves de la del Espíritu Santo.

Jesús les dijo; los habitantes de Nínive se levantarán en el juicio y los condenarán, porque ellos al escuchar el mensaje del profeta Jonás se arrepintieron en ceniza y cilicio, se humillaron al Dios vivo y alcanzaron misericordia, mientras ustedes no creen ni se arrepienten al escuchar mis palabras.

Jesús les dijo; ¡la gente de Nínive cambió de vida cuando oyó el mensaje que les anunció Jonás! ¡Pero ustedes oyen mi mensaje y no cambian! A pesar que soy el Señor, el que les habla es mayor que aquel profeta.

¿Hasta cuando escucharán a extraños?

Hoy el Espíritu nos dice lo mismo, ¡no se quiere escuchar el mensaje del Espíritu! ¡No se quiere cambiar de vida! ¡Prefieren oír un mensaje liviano en donde se les permite vivir con todo tipo de libertinaje! ¡Se complacen en guardar las falsas doctrinas que tienen promesas de índole material en esta vida!

Esta generación tiene por sublime y en más alta estima a los hombres que al propio Dios, idolatran a los famosos predicadores de hoy y sepultan las verdades sagradas.

Muchos predicadores de hoy buscan su propia fama y no la gloria para Dios.

Tengamos presente que un día la reina del sur y el pueblo de Nínive nos puede avergonzar de tal forma que no tendremos nada para decir. No sea que seamos contados en medio de esta malvada generación.

Les pido aferrarse a la única verdad, Jesucristo, y a su inalterable palabra, la Biblia.

Que Dios los bendiga.