sábado, 5 de diciembre de 2009

La Palabra de Dios no está para agradar al oído humano

Estimados:

Buenas noches, que Dios los bendiga a todos en su gran amor.

Siento una gran angustia de ver como se está predicando un evangelio adulterado, un evangelio que preparan para agradar al oyente, un evangelio que está produciendo frutos de muerte, porque ya el mundo entero se ha contaminado con esta acción maligna.

Vemos cristianos de fachada, que viven todos los días diciendo ¡Bendiciones! ¡Gloria a Dios! y con la misma boca hablan palabras impuras, volvieron al lenguaje del mundo.
Volvieron a practicar todo lo sensual de este mundo, frecuentan los lugares en donde reina el alcohol, las drogas, las inmoralidades y no les parece mal.
La boca de ellos está llena de mentiras y engaños, son la fiel imagen del líder al que siguen, pero de Jesús no muestran ni un 0,00%.

Todo esto es consecuencia de este evangelio tergiversado que predican, los seducen con palabras bonitas al oído y esclavizan a muchos de los que habían huído de estos errores.

"Estos son fuentes sin agua, y nubes empujadas por la tormenta; para los cuales la más densa oscuridad está reservada para siempre.Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con concupiscencias de la carne y disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que viven en error"(2Pedro 2:17-18).

Querido hermano: ¿te has detenido un momento y has considerado los frutos que producen en ti el evangelio que sigues?

Porque veo a muchos ir de mal en peor, pero ellos aseguran ser cristianos. Sabemos que la Biblia nos enseña que un hijo de Dios debe buscar la santidad y que sin ella no veremos a Dios, sin embargo veo a muchos caminar con la Biblia bajo el brazo y ser cada vez más impuros.

Entonces vemos este fruto llamado impureza que abarca muchas cosas entre ellas las malas palabras, la forma de vestir y actuar de muchos jóvenes de ambos sexos, entre otras muchas cosas más.

También vemos el fruto de la pereza espiritual que hay, muchos no leen nunca la Biblia y ni hablar de orar para buscar estar en comunión con Dios, para estas cosas hay un cansancio que proviene del mal, porque estas mismas personas con gran diligencia leen todos los días sus fotolog, sus fecebook, sus mail, no se les olvida mirar televisión, no se les olvida ni tienen pereza de juntarse entre amigos para hablar cosas vanas que no aprovechan; pero el buscar alimentarse espiritualmente ni hablar.

También vemos el fruto de la fornicación espiritual, al igual que el pueblo de Israel, hoy muchos "cristianos" han dejado a Dios por dioses(hombres) y por diversas doctrinas perversas llamándolas de buenas. Otros andan enseñando el ecumenismo como si fuera un gran acontecimiento, bajo la falsa excusa de que el mundo crea en Dios.

Vemos el fruto de la avaricia, porque muchos andan soñando que serán multimillonarios, andan codiciando lo material y han perdido la vista de lo celestial. Tienen por señal de Dios las riquezas.

Vemos el fruto de la vanagloria, porque aman que les llamen maestros y los idolatren, se proclaman autores de "bet seller" para "edificar" la vida de los cristianos, y por ende vemos cada vez más a las personas leer libros de hombres que la Biblia, pero estos no logran discernir que en ellos se esconden las más grandes herejías. Pero ellos son creadores de "exitos", hasta firman autógrafos. Y a otros les encanta decir yo pertenezco a la iglesia del gran maestro mengano como si fuera algo de suma importancia.

Pensar que el Señor les decía que no dijeran que el era el Cristo, y hoy aman que griten que son los "ungidos" de Dios.

Vemos el fruto de la sensualidad en los jóvenes "cristianos", tanto los hombres como las mujeres se comportan con toda impureza, hablando con doble sentido y riéndose de las conversaciones más impuras que se puedan oír.

Vemos el fruto de hacer de la Cruz de Jesús un espectáculo abominable para "ganar" a la gente, por eso vemos las sinagogas de satanás llenas(megas iglesias).

Vemos el fruto de la mentira, la cual procede del padre de la mentira que es el diablo, porque no solo aceptan un evangelio adulterado, sino que lo llevan a otros contaminándolos, mintiéndoles sin temor alguno y cazando el alma de aquellos que caen en sus trampas. Cuando la Biblia nos enseña que no debemos mentir a nuestro prójimo.

El Señor Jesús dijo que tanto el primer mandamiento, Amarás a Dios con todas tus fuerzas, con toda tu mente y corazón, como el segundo mandamiento, Amarás a tu prójimo como a tí mismo, son iguales.

¿El evangelio agradable al oído humano el cual produce todos los frutos que he escrito, se somete a estos mandamientos?

¿Aman a Dios con todas sus fuerzas, con toda su mente y corazón? Está claro que no.

¿Aman al prójimo como a ellos mismos? Claro que no, porque el amor verdadero no hace mal al prójimo.

Pero se ofenden cuando les dices la verdad, te toman por enemigo, gracias a Dios por eso.

Hermano detente un poco y medita sobre los frutos que tu vida está mostrando y te darás cuenta qué evangelio estás recibiendo.

La Palabra de Dios no está para agradar al oído humano, sino para decirnos lo que verdaderamente necesitamos.

El evangelio está para mostrarnos al desnudo nuestra miserable condición con el fin de volvernos a Dios, pero hoy veo que todos los "cristianos" no necesitan esto porque ellos están bárbaros.

Y no se dan cuenta que su oído ya se acomodo al evangelio tergiversado que le enseñan y que su corazón carnal ya abrazó las destructivas enseñanzas de su líder.

No se dan cuenta que no han recibido el Espíritu Santo, sino un espíritu engañador, ¿cuántos "caen" por el poder de Dios? Se levantan y creen que esa manifestación viene de Dios y no ven que lo único que han recibido son legiones de demonios.

Y no adelanta, el diablo jamás podrá exibir lo que no tiene, pureza, amor y verdad.
Por eso vemos a estos árboles con frutos extraños y podridos.

Cuando alguien los exhorta se llenan de ira, te atacan, se alejan, pero si les das palmadas en la espalda aprobando sus obras infructuosas entonces serás uno de sus grandes amigos.

Recuerdo cuando el Rey de Israel Acab invita al Rey Josafat a pelear contra Ramot de Galaad.

Josafat le dice al rey de Israel que consulte a la Palabra de Jehova si es que era de su voluntad que suban a pelear o no.

Consultan a 400 profetas, los cuales les dicen que vayan porque Jehová la entregaría en sus manos.

Ahora en lo profundo del corazón el Rey Josafat no quedó conforme con las palabras de los 400 profetas, sino que preguntó si quedaba algún profeta de Jehová a quien pudieran consultar.

Entonces el Rey de Israel le dice que está el profeta Micaías, pero que él lo aborrecía porque nunca, según él, le preofetizaba para bien, sino para mal.

Cuando traen a Micaías delante del Rey, él al consultarle respecto a que si debía subir a la batalla, Micaías le dice que suba, que sería prosperado, pero el propio rey de Israel sabía que no era de la voluntad de Dios, aunque él quería oír que si y dice al profeta: ¿cuántas veces tengo que exigirte que me digas la verdad en el nombre de Jehová? Entonces el profeta declara la verdad al rey, que el Señor no iba a estar en medio de ellos y que vuelvan cada uno a su casa en paz.

Entonces el Rey de Israel dice al Rey Josafat ¿No te lo dije? Ninguna cosa buena profetizará él acerca de mí, sino solamente el mal.

El rey Acab no escuchó a Dios, subió a la guerra y echó en la carcel al profeta Micaías, ordenando que lo tuvieran con pan de angustia y con agua de aflicción hasta que él regresara en paz de la guerra.

Pero el resultado no fué lo que el rey dijo jactándose en la mentira, sino que murió en aquella guerra.

Un espíritu de engaño habló por la boca de los 400 profetas, porque el Rey porfió en oír lo agradable a su oído y no lo que Dios tenía para decirle por el bien de su vida.(1Reyes 22:1-40)

Este pasaje es maravilloso, este Rey obstinado era Acab.

¡Miremos si este rey no mostraba todos los frutos mencionados en este escrito!

Todos!!, porque él recibió y amó la palabra mentirosa, de un espíritu engañador.

Observemos cómo aún el profeta verdadero diciéndole lo que él quería oír, su conciencia y corazón como muestra de la misericordia de Dios le declaraban que no era correcto lo que él deseaba oír de Dios.

El Señor siempre nos avisa y nos da oportunidad de salir del error, del engaño, está en nosotros querer escuchar. Cuántas veces tu corazón te dice, esto que veo en mi líder y en sus enseñanzas no está bien, sin embargo tú sigues ahí sentado, oyendo sus mentiras.

El Rey Acab aborrecía al profeta Micaías porque su palabra era de Dios, no era agradable a sus oídos, era mentira que el profeta siempre le profetizaba para mal, sino que él no quería escuchar lo que era bueno para su vida, entonces le parecía que aquel profeta era malo. Como hoy aborrecen a un Pastor cuando predica la verdad de Dios.

Cuando el profeta le declara la verdad al Rey , este se enfurece y lo hecha en la cárcel, por la dureza del corazón y porque fué más fuerte su deseo que la voluntad de Dios. Con soberbia dice volveré en "paz de la guerra", cuando Dios le había dicho que no fueran a pelear sino que se volviera a su casa en paz.

Hoy es igual, porfiamos en querer oír lo agradable a nuestro oído. Hermano entiende que la Palabra de Dios no está para agradarte, sino para revelarte lo mejor para tu vida. Por ejemplo, a ti jóven si hoy alguien te dice, no andes de madrugada en la calle es por tu bien, te aseguro que de algo Dios te está queriendo guardar.

Mira el fin de este rey, fué herido en la guerra y perdió la vida, su jactancia fué avergonzada.

Hoy se jactan de ser cristianos y andan detrás de sus deseos, yo les digo ¡Vuelvan pronto a Dios! porque tal jactancia es mala, ¿Vas a esperar perder tu vida?

Si Dios no camina contigo, el león te devorará, cuantos parecen estar bien y de golpe una enfermedad los mata en unos días de una manera terrible, pero ellos se jactaban de decir Dios es conmigo. ¡Por favor entiende!

Entendamos que la popularidad no es señal de verdad, miremos, eran 400 profetas con palabras de mentira y uno solo con la verdad.

No te enojes cuando un verdadero siervo te habla, porque te aseguro que es para tu bien. No busques lo agradable a tus oídos, sino el evangelio del Señor no tendrá lugar en tu vida.

Dios no está para agradarnos a nosotros, sino nosotros estamos para agradarle a Él.

El Señor vino a traer fuego a la tierra, no tengamos temor de quedar como solos.

" Fuego vine a echar en la tierra; ¿y qué quiero, si ya se ha encendido? De un bautismo tengo que ser bautizado; y ¡cómo me angustio hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: No, sino disensión. Porque de aquí en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos, y dos contra tres. Estará dividido el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra"(Lucas 12:49-53).

Todos los que un día nos hemos convertido a Dios, sabemos que el evangelio no es para agradar a nuestro oído, porque si así lo fuera no existirían cristianos de verdad, ya que ninguno puede decir "yo estaba bien y nunca necesité nada", sino que todos hemos vivido la experiencia de que el evangelio nos haga pedazos el corazón y nos revele lo miserables que somos y cuanto necesitamos ser sanados y limpios por la sangre de Jesús.

Pero me preocupa los que aman al evangelio adulterado que hoy se predica, el que agrada al oído humano.

Porque así como el Rey Acab nunca se pudo volver a Dios porque no quizo oír la verdad, sino que amó la mentira y su fin fué la muerte sin el Señor. Así hoy hay muchos que no están convertidos a Dios porque aman la mentira y se complacen en las palabras agradables a su oído, cuyo fin será el mismo de Acab si no se arrepienten.


Hermanos, amemos la Palabra de Dios y digamos como el salmista siempre:

"Sumamente pura es tu palabra, Y la ama tu siervo"(Salmos 119:140).

Que Dios nos guarde!

Un abrazo afectuoso en Cristo Jesús.

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